Según el proyecto de presupuestos de 2021, el Gabinete Urtaran (PNV y PSE-PSOE) reserva dos partidas: una de 120.000 euros directamente para el cementerio y otro de 30.000 euros para la compra de maquinaria en ese camposanto. En total 150.000 euros.
Un viejo anhelo del PNV que en el año 2004 ya hacía la propuesta. Entonces decía que quería atender «las necesidades de la comunidad musulmana». Con un cálculo hace 16 años «entre las 4.500 y 5.000 personas».
Ya en aquellas fechas marcaba la ubicación:
«Existen cerca de 17.000 metros cuadrados disponibles en el cementerio municipal de El Salvador para una infraestructura de este tipo».
Hasta ahora las personas fallecidas de nacionalidad española pueden ser trasladadas a alguno de los cementerios musulmanes existentes en otras ciudades del país, aunque hay saturación. El cementerio San José de Burgos es uno de ellos entre los cercanos.
En el caso más habitual de que la persona fallecida sea de nacionalidad extranjera se procede a trasladar el cadáver a su país de origen.
Para que salga adelante, el proyecto presupuestario tiene que aprobarse. Para ello el Gabinete Urtaran tiene 13 de 27 votos, por lo que aún no es seguro. Hoy todos los partidos de la oposición se han manifestado en contra, pero queda camino para negociar.